Si estás buscando una fuente de proteína vegetal que sea baja en carbohidratos, versátil y económica, la soya texturizada merece un lugar fijo en tu despensa.

Este ingrediente seco y ligero es simple y se transforma en lo que quieras: guisos con sazón criolla, rellenos para arepas, o hasta chicharrones crocantes.

En este post, te contamos cómo prepararla bien, por qué es ideal para quienes buscan aumentar su consumo de proteína, y te damos 3 recetas latinas a base de plantas para que la pongas a prueba de inmediato.

La soya texturizada, también conocida como “textured vegetable protein” (TVP) o “soy curls” en su forma más grande, se obtiene deshidratando el residuo de la soya una vez extraído el aceite. ¿Traducción? Es casi pura proteína y muy pocos carbohidratos o grasas.

Viene en forma de pedacitos o tiras, no tiene un sabor fuerte, y por eso es como un lienzo en blanco: absorbe la sazón que le pongas.

Alta en proteína completa (todos los aminoácidos esenciales)
Baja en carbohidratos y sin azúcares añadidos
Libre de colesterol y naturalmente libre de gluten (verifica la marca)
Muy económica y de larga duración
Ideal para quienes entrenan, o buscan bajar el consumo de harinas

Una porción de ½ taza de soya texturizada seca (antes de hidratar) tiene alrededor de 20 g de proteína con solo 3 g de carbohidratos netos. Es un alimento ideal para quienes hacen ejercicio, siguen una alimentación cetogénica basada en plantas o simplemente buscan más nutrientes sin gastar de más.

  1. Hidrata la soya texturizada con agua caliente o caldo por 10-15 minutos. Usa suficiente líquido para cubrirla.
  2. Escurre bien y presiona con una cuchara o toalla de cocina para eliminar el exceso de agua.
  3. Sazona a tu gusto antes de cocinar: puedes marinarla con sazón latino, ajo, cebolla en polvo, achiote, adobo, orégano, comino… cuales quiera que sean tus ingredientes favoritos.
  4. Cocina como si fuera cualquier proteína vegetal: salteada, al horno, en guisos o frita para una textura más crujiente.

1. Chicharrón

Transforma tus “soy chunks” en un chicharrón plant-based espectacular.

  • Hidrata los trozos grandes de soya
  • Marínalos con especia sy salsa de soya
  • Fríelos o hornéalos hasta que estén crocantes

Perfectos como topping de arroz con habichuelas, con yuca al mojo, o en un mofongo.


2. Reina pepiada

Una versión venezolana sin pollo, igual de cremosa y con proteína de sobra.

  • Hidrata soya texturizada finita o pícala tras hidratarla
  • Mézclala con aguacate, jugo de limón, cebolla morada, cilantro, sal y un toque de ajo
  • Úsala como relleno para arepas calientes

¡Una explosión de sabor y proteína vegetal!


3. Arroz con “pollo” (pero sin pollo)

El clásico en versión a base de plantas.

  • Hidrata y sofríe la soya con buena sazón
  • Añade arroz, agua o caldo, achiote y vegetales al gusto (zanahoria, petit pois, etc.)
  • Cocina como arroz normal hasta que esté suelto y sabroso

Rico, saciante y sin colesterol.


4. Tostadas con tinga de “pollo”

Un antojito mexicano con todo el sabor ahumado del chipotle.

  • Hidrata soya texturizada fina
  • Sofríe cebolla y ajo, agrega tomate y chipotle en adobo
  • Incorpora la soya hidratada, comino, sal y cocina hasta que espese
  • Sirve sobre tostadas y decora con lechuga, aguacate y crema vegetal

Ideal para taquizas o comidas rápidas.


Busca soya texturizada en tu supermercado local, o en línea. Algunas marcas populares en EE.UU.:

  • Butler Soy Curls (para trozos grandes)
  • Bob’s Red Mill TVP
  • Anthony’s Goods TVP
  • Rani Soya Chunks
  • El Guapo

La soya texturizada es tu nueva aliada si quieres cocinar rico, ahorrar dinero y aumentar tu proteína vegetal sin complicarte. Dale sabor latino y prepárala como a ti te gusta.

Cuéntanos en los comentarios: ¿ya usas soya texturizada? ¿Cuál es tu forma favorita de prepararla? ¡Te leemos!