Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, una fecha para recordar que lo que comemos debe ser seguro. Es decir, que no nos enferme. Y aunque muchas veces pensamos solo en lavarnos las manos o cocinar bien los alimentos, también importa de dónde vienen esos alimentos y cómo se producen. 

Aquí es donde entra una alimentación a base de plantas. ¿Qué tiene que ver con esto? Mucho más de lo que parece.

La mayoría de los brotes de Salmonella, Listeria y otras bacterias peligrosas están ligados a productos de origen animal como carne, huevos o lácteos. Al reducir estos alimentos, también bajamos el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.

¿Cómo viven los animales destinados a consumo?

La mayoría de productos de origen animal se producen en condiciones que favorecen la propagación de bacterias, parásitos y contaminantes peligrosos para la salud humana:

  • Peces y mariscos: Muchos contienen metales pesados, microplásticos y pesticidas. Los peces criados en acuacultura viven en condiciones insalubres y son tratados con químicos que también terminan en nuestro plato.
  • Pollos: Se crían hacinados, sobre sus propios desechos. Esto genera un ambiente perfecto para bacterias, y por eso se les administran antibióticos constantemente. Eso contribuye a la resistencia antimicrobiana en personas.
  • Cerdos: Viven en espacios reducidos y sus desechos se acumulan en fosas que contaminan el agua y el suelo. Además, son una fuente común de infecciones como la triquinosis.
  • Bovinos: Tanto su carne como su leche pueden contaminarse con bacterias como E. coli, especialmente si no se controla bien el proceso. Además, las vacas sufren infecciones como la mastitis, lo que implica más uso de antibióticos.

Muchos vegetales pueden contaminarse si se riegan con agua sucia, algo que sí pasa en algunos campos agrícolas. ¿Y qué contamina esa agua? Una de las fuentes más grandes es el ganado.

La ganadería industrial produce toneladas de estiércol, que muchas veces termina en ríos, lagos o se filtra al suelo. Esa agua luego puede usarse para regar cultivos, y si está contaminada con bacterias o restos de antibióticos, puede poner en riesgo la salud del consumidor.

Menos ganadería significa menos contaminación del agua y, por tanto, menos riesgo de contaminación de frutas y verduras.

Una alimentación a base de plantas suele involucrar más ingredientes frescos, granos, legumbres y alimentos mínimamente procesados. Esto te permite tener más control sobre la higiene en tu cocina: cómo lavas los ingredientes, cómo los cocinas y cómo los conservas.

Por comida tradicional latina segura, deliciosa, y sin productos animales: Este 7 de junio, elige alimentos seguros. 

Qué tal unos chilaquiles con chorizo de soya, arepas rellenas de frijoles negros, o un pastelón de plátano con lentejas, hay muchas formas de disfrutar nuestra comida sin preocuparnos por los riesgos que traen los productos animales.

Basta un poco de creatividad y buena sazón, y aquí en Love Veg Latino te ayudamos con ambas!

Explora nuestras recetas e inspírate para crear deliciosos platos a base de plantas.